Aunque pasó a unos cientos de kilómetros al sur de la excolonia británica, el tifón sembró el caos en la ciudad

Hong Kong. El supertifón Mangkhut sembró el caos el domingo a su paso por Hong Kong donde hizo temblar literalmente los rascacielos de la ciudad, después de haber golpeado el norte de Filipinas causando al menos 49 muertos y obligando a más de 100 mil personas a abandonar sus hogares.

La tormenta tropical, considerada como la más violenta del mundo desde principios de año, arrasó zonas agrícolas en el norte de Luzón, el principal archipiélago, provocando inundaciones y corrimientos de tierra.

El Observatorio Meteorológico de Hong Kong activó la alerta máxima debido a los vientos registrados de hasta 180 km/h en una isla situada cerca de su costa, e incluso ráfagas de 242 km/h en algunas cumbres.

Aunque pasó a unos cientos de kilómetros al sur de la excolonia británica, el tifón, que avanzaba hacia regiones densamente pobladas del sur de China, sembró el caos en la ciudad, donde arrancó árboles, destrozó ventanas e hizo tambalear los rascacielos de viviendas.

En el norte de Filipinas, el tifón cortó vías de comunicación y la electricidad en la mayor parte de la zona situada en su trayectoria, donde viven cerca de cinco millones de personas.

Las autoridades tenían dificultades este domingo para evaluar los daños humanos y materiales provocados por el temporal. Pero la policía confirmó el domingo la muerte de al menos 30 personas. Un balance anterior hablaba de 25 muertos.

Un muerto en Taiwán

En la ciudad de Baggao, en el norte de Luzón, el tifón destrozó casas y arrancó tejados y líneas eléctricas. Algunas carreteras estaban totalmente inundadas, y en otras no se podían circular por los corrimientos de tierra.

Las granjas de la isla, que suministran una parte importante de la producción filipina de arroz y maíz, también estaban inundadas, y muchos cultivos quedaron arrasados a un mes de la cosecha.

«Ya somos pobres y ahora nos llega esa tempestad», lamentaba Mary Anne Baril, de 40 años, cuyos cultivos no sobrevivieron al paso de Mangkhut. «No tenemos otra forma de sobrevivir».

Más de 105 mil personas huyeron de sus hogares.

Una veintena de tifones golpean cada año el archipiélago filipino, causando centenares de muertos y agravando la pobreza de millones de personas.

Entre las víctimas de Mangkhut figuran principalmente una niña que se ahogó y un agente de seguridad que murió tras la caída de una pared. Una mujer murió igualmente en Taiwán arrastrada por el mar.

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