Guerra, crisis, desigualdad. Los componentes de un mundo roto son denunciados fervientemente en el Informe 2022/2023 de Amnistía Internacional. La situación de los derechos humanos en el mundo, que fue presentado en la IBERO Puebla para exponer los crímenes de lesa humanidad y la represión a las libertades universales que se viven en México y el mundo.
El rector de la IBERO Puebla, Mario Patrón Sánchez, dio una fraternal bienvenida a la organización, que fue reconocida como un agente reivindicador de la agenda de derechos humanos de manera global. La urgencia de su actuar en México es visible en eventos recientes como la muerte de casi 40 personas en un centro migratorio de Ciudad Juárez.
“[El informe] da cuenta de este México tutelado por factores reales e informales de poder que tienen una expresión alrededor de la macrocriminalidad, donde se suman poderes armados, económicos y políticos. El resultado es la institucionalidad del Estado socavada e invisibilizada, y la exposición a entornos de vulnerabilidad tenaces”, comentó el Rector.
Nadia Castillo Romero, directora del Departamento de Ciencias Sociales, señaló la pertinencia de este informe, que enfatiza las graves violaciones de derechos humanos que se dieron durante el último año. Agregó que el documento lleva a analizar las prácticas universitarias para aportar a una cultura de paz con perspectiva de derechos humanos ante el panorama adverso.
Una radiografía de América Latina y México
Las dolencias que atañen al contexto mexicano fueron expuestas por Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México. Nuestro país, que suele poner en jaque un amplio abanico de garantías individuales, registró en 2022 avances en materia de diversidad sexual, con el acceso en todo el país al matrimonio para parejas del mismo sexo, y el reconocimiento del derecho al aborto para las mujeres y personas gestantes.
Pero las buenas noticias parecen terminarse cuando se trata de seguridad y migración. La militarización es uno de los factores que se remarcan en el apartado sobre México del informe; no solo es un fenómeno que se cuela en la cotidianidad de la ciudadanía, sino un ente que comienza a institucionalizarse y, por ende, a legitimar prácticas violentas y represoras.
Amnistía Internacional ha enunciado en ocasiones anteriores las graves consecuencias que esto podría tener, ya que la intervención de la milicia en eventos de seguridad pública no garantiza la resolución de conflictos. Al contrario, es sinónimo de más muerte y sangre para el país.
La violencia contra las mujeres es un rubro que la organización ha trabajado por más de 20 años en México, con un enfoque en los feminicidios y su investigación. En este informe, pone el foco en las familias de las víctimas de estos crímenes, que son vulneradas por las instancias gubernamentales con prácticas deshumanizantes y antiéticas.
“No hay una sola entidad federativa en donde las mujeres no corramos riesgo de violencia feminicida, y no hay una sola en donde las fiscalías sean eficientes en la investigación” afirmó Olivares Ferreto. Las estadísticas dadas por la directora Nadia Castillo lo confirman: en 2022 hubo 3,754 homicidios de mujeres en México, de los cuales solo 947 fueron investigados como feminicidios.
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