La Fundación Española de Nutrición (FEN) precisa que la leche de vaca, cuando se modifica su composición, y se le extrae su fracción grasa se la denomina ‘leche desnatada’.
«Según el CAE, la desnatada que se comercialice tiene que tener como máximo un 1% de materia grasa, lo que va a determinar el menor valor energético de este alimento, respecto a la entera o a la semidesnatada (1,5% materia grasa)».
También existe el mito – o no – de que la leche entera de vaca engorda, o que su consumo en líneas generales no es bueno para nuestra salud o, por el contrario, que es imprescindible en nuestra dieta.
Sin embargo, la entera de vaca es rica en proteínas, en calcio y en yodo, según remarca esta entidad científica.
Inclusive, la considera el alimento que representa «el mejor aporte de calcio, proteínas, y otros nutrientes necesarios para la formación de los dientes y de los huesos».
También sostienen que los niños deben consumirla entera, ya que conserva así toda su energía, y las vitaminas A y D.
A la par, la dietista-nutricionista Sandra Moñino confirma que hoy en día su consumo no es imprescindible en nuestra dieta porque podemos obtener sus nutrientes de otros alimentos:
«Aunque tiene muchas propiedades, estas se pueden suplir con la ingesta de otros alimentos que contengan las mismas propiedades, y además en el caso de algunos alimentos en mayores cantidades».
La especialista remarca que la leche si no es entera no contiene esas grasas de buena calidad que hace que ese alimento sea tan completo.
Sin embargo, sí advierte de que, dado el contenido calórico de la entera, personas con sobrepeso, obesidad y alteraciones de lípidos en sangre (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia), pueden optar por la semidesnatada o desnatada, con una menor cantidad de grasa como hemos citado y, en consecuencia, también de calorías y de colesterol.
«A pesar de su valor nutritivo, la leche de vaca está contraindicada en algunas situaciones concretas, como en el caso de quienes sufren intolerancia a la lactosa, galactosemia, y alergia a la leche», apostilla.
Además, desde Nutriciónate, Sandra Moñino reseña que la leche es muy famosa porque es muy rica en calcio, pero indica que un vaso de esta bebida contiene 100 mg de calcio mientras que una sardina 400, o que con tres puñados de almendras podemos conseguir el mismo calcio que aporta un vaso con el alimeto.
Por: Infosalus
Foto: Especial